Publicado en el blog CADTM el 28 de julio por Daniel Munevar , Thomas Fazi
Daniel Munevar es un economista post keynesiano de 30 años de Bogotá, Colombia. Desde Marzo hasta Julio de 2015 trabajó como asesor del ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, en temas de política fiscal y sostenibilidad de la deuda. Previamente, fue asesor fiscal del Ministerio de Hacienda de Colombia y asesor especial de la Inversión Extranjera Directa para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador. En esta entrevista habla con Thomas Fazi sobre el ultimo acuerdo en Grecia y explica por qué los acontecimientos de las últimas semanas le han hecho cambiar de opinión acerca de Grexit.
¿Qué piensas del último rescate acordado entre Grecia y sus acreedores?
Bueno, primero que todo, todavía no está claro que habrá un acuerdo al final de todo este proceso – hay varios parlamentos que deben aprobar la participación de su país en un rescate financiado por el European Stability Mechanism (ESM). Mas allá de esto, si de alguna manera llegan a un acuerdo, simplemente no hay forma que el programa de ajuste pueda funcionar. Los aspectos económicos del programa son una locura. Aun no se han anunciado los objetivos fiscales específicos del programa, pero si nos fijamos en los Análisis de Sostenibilidad de Deuda (DSAs) publicados por el FMI y la Comisión, ambos indican que el objetivo debe ser un superávit primario del 3,5% en el mediano plazo. Sin embargo, si analizamos lo sucedido en el transcurso de los últimos cinco años, Grecia ha logrado «mejorar» su balance fiscal estructural en 19 puntos del PIB. Durante ese mismo tiempo, el PIB se ha desplomado en un 20% – lo cual implica una relación uno-a-uno entre ajustes y crecimiento económico. Si asumimos que el gobierno griego parte de un déficit primario de 1% del PIB (el escenario base para el presente año), para llegar a la meta de 3.5% se necesitaría un ajuste adicional de mas de 4 puntos del PIB, lo cual implicaría que el PIB se contraería en al menos otros 4 puntos del PIB de aquí al 2018.
Adicionalmente, el acuerdo actual es sólo una muestra de lo que vendrá. El Memorando de Entendimiento (MoU) sin duda alguna va a contener medidas de austeridad mucho mas duras que las que actualmente están siendo discutidas. Dichas medidas se harán necesarias para compensar la caída del PIB que hemos presenciado en los últimos meses como consecuencia de la disputa con los acreedores. El problema de fondo en este sentido es que estos acuerdos están convirtiendo a Grecia en una colonia de deuda: se están implementando un conjunto de normas que en la medida que el gobierno no alcance las metas fiscales fijadas en el programa, lo cual será un hecho dadas las características de este, ellas obligaran al gobierno a implementar ajustes adicionales los cuales aceleraran la contracción económica, aumentando los requerimientos de austeridad. Es un circulo vicioso de nunca acabar.
Esto pone de relieve uno de los problemas centrales de la actual situación: las Instituciones han desvinculado los objetivos fiscales del análisis de la sostenibilidad de la deuda. El propósito de reestructurar la deuda es reducir los requerimientos en términos de superávit primarios y distribuir en el tiempo los efectos de la consolidación fiscal. Pero en el caso de Grecia, incluso si el país recibiera un alivio sobre su deuda, en las magnitudes que el FMI sugiere – lo cual es poco probable – aun así Grecia deberá seguir en este masivo proceso de consolidación fiscal, adicionalmente a todo lo que ya se ha hecho.
Bueno, pero al menos ahora se esta discutiendo abiertamente la restructuración de la deuda…
Sí, eso es un hecho positivo. Sin embargo, los acreedores han sido consientes todo el tiempo de lo que solo hasta hace poco el FMI ha admitido de manera publica: es decir, que Grecia era / es insolvente y que su deuda era / es insostenible. El ultimo DSA del FMI es muy claro en ese punto. Pero anteriores DSA, que no fueron publicados, todos indicaban el mismo problema : la deuda griega era / es fundamentalmente insostenible. A pesar de ello, los Europeos nunca estuvieron de acuerdo con este argumento a pesar de que para todas las partes involucradas era claro que sin una restructuración de la deuda, y sobre todo sin vincular este proceso con objetivos fiscales reducidos, no iba a ser posible alcanzar un acuerdo sostenible. Solo hasta ahora este tema esta empezando a ser discutido abiertamente y eso se debe en parte al hecho que la situación ha empeorado tanto que no se puede seguir ignorando, y en parte porque, cuando el riesgo de que Grecia saliera del euro se hizo evidente, los EE.UU. comenzaron a poner presión sobre el FMI para presionar a Europa sobre el tema de la reestructuración de la deuda.
Hablando de Grexit, ¿no es un poco contradictorio que Alemania se opone a una quita de la deuda, pero está dispuesto a contemplar una solución que muy seguramente causaría el default de Grecia sobre su deuda externa – lo que significa que Alemania perdería todo el dinero que se le debe?
Si nos fijamos en esto en términos puramente económicos, sí. No tiene sentido. Pero todo este drama nunca fue sobre temas económicos, o sobre Alemania asegurándose de no perder dinero. Estamos hablando de una exposición alemana de unos 80 mil millones de euros, lo cual no es una cifra significativa analizado desde una perspectiva mas amplia. El tema es hacer un ejemplo de SYRIZA y sentar un precedente para el resto de Europa. Todo lo que ha sucedido en los últimos meses fue una manera simple de decirle a la gente de Europa: ’Miren, ustedes no deben votar por partidos que tienen este tipo de programa, porque los vamos a aplastar. Esto es lo que sucede cuando alguien no sigue las reglas o se niega a pagar las cuentas. O siguen la austeridad o los sacamos del Euro’. Tsipras lo dijo claramente – firmó el acuerdo con un cuchillo en la garganta. Este es el argumento por el cual Schäuble favorece el Grexit: si los griegos no quieren seguir las reglas, vamos a echarlos, verlos sufrir, y luego usar eso como un catalizador para poner el temor de Dios en todas las demás naciones endeudadas.
El gobierno griego fue consciente desde el principio que los acreedores no estaban dispuestos a ceder en el tema de la restructuración de la deuda?
Sí, pero la posición Varoufakis era que Grecia debía luchar para conseguir un acuerdo que tuviera sentido económico – es decir, un acuerdo que incluyera restructuración de la deuda con metas fiscales sostenibles. Pero, como explicó en su entrevista con el New Statesman, el estuvo trabajando todo el tiempo bajo un sistema de toma de decisiones colegiado en el cual siempre estuvo en la minoría. Por ende su capacidad real de tomar decisiones era bastante limitado. El punto es que la mayor parte del círculo íntimo Tsipras creyó sinceramente que si Grecia hacia concesiones, era posible alcanzar un buen acuerdo. Esta es la razón por la cual, después del Eurogrupo de Riga, Tsipras básicamente margino a Varoufakis y decidió empezar a hacer concesiones para ver si dicha táctica funcionaría. Esta ha sido la posición del gobierno en los últimos meses. Si se comparan las propuestas de marzo con los que están ahora sobre la mesa, se ha producido un giro completo en la posición del gobierno. Ello se debe a que este grupo creyó que a través de concesiones podrían conseguir un buen acuerdo – lo cual también explica porque hasta el referéndum, la cuestión de la restructuración de la deuda ni siquiera estaba sobre la mesa. Por supuesto esta estrategia no funcionó porque los acreedores no estaban dispuestos a dar la mas mínima oportunidad a que Grecia pudiera reclamar una victoria política.
¿Crees que habría sido mejor para el gobierno griego si hubieran adherido a la estrategia de restructuración de la deuda o nada de Varoufakis ’?
En honor a la verdad, es difícil ver cómo las cosas podrían haber sido diferentes. Los griegos no tenían dinero ni poder. Las únicas armas que podría traer a la mesa de negociaciones eran la razón, la lógica y la solidaridad europea. Pero al parecer, vivimos en una Europa donde estos conceptos no significan cosa alguna.
Así que ambas estrategias – Varoufakis y Tsipras – estaban condenadas al fracaso desde el principio?
Sí, era una trampa. En el pasado, cada vez que las instituciones europeas fueron desafiadas por gobiernos a nivel nacional se recurrió al uso de amenazas – aumentar la prima de riesgo sobre los bonos del gobierno, amenazar con el cierre del sistema bancario, etc. – para asegurar su obediencia. En el pasado estas amenazas siempre habían funcionado: los gobiernos terminaban obedeciendo. Dichas instituciones asumieron que con SYRIZA iba a ser lo mismo. Sin embargo, Grecia no dio marcha atrás. Esta es la razón por la cual las instituciones terminaron reaccionando de una manera tan virulenta.
¿Cree que la introducción de pagarés – como ha sido sugerido tanto por Varoufakis como Schäuble – era una alternativa viable para Grecia?
El problema es que una vez se inicia la introducción de pagarés para pagar salarios y pensiones se puede terminar en una pendiente resbaladiza, porque la gente va a pensar que este es el primer paso en la salida del euro. Por ende el publico ajustaría sus expectativas y procedería a acaparar los euros disponibles. Como consecuencia, la actividad económica se reduciría aún más y ello redundaría en una mayor proporción de los ingresos fiscales denominada en pagarés. Esto a su vez forzaría al gobierno a emitir aun más pagarés para cubrir su financiación. Básicamente, crearía un ciclo que finalmente llevaría a una salida de facto del Euro.
Por ello, el gobierno griego se negó a utilizar este método de financiación. El riesgo de iniciar un proceso que no se puede detener es real. Miremos por ejemplo lo que ya está sucediendo ahora con los depósitos bancarios griegos: en un sentido Grecia ya se encuentra con pie fuera del euro. Está en una situación en la que los depósitos en las cuentas bancarias no están cotizando a la par. Ello significa que un euro en el sistema bancario efectivamente vale menos que un euro en efectivo. Esto se debe a que las discusiones sobre la posible salida del Euro han creado un diferencial de riesgo entre el efectivo y los depósitos, ya que en caso de que se materializara dicha salida, serian los depósitos los que serian convertidos a dracma. Por esta razón, una gran cantidad de empresas en Atenas no están dispuestos a aceptar pagos electrónicos. Con los pagarés podría terminar ocurriendo algo similar: se pondría en marcha un mecanismo que podría conducir fácilmente a una salida del Euro, independientemente de si es este el propósito del gobierno o no.
Qué es exactamente lo que probablemente Schäuble esta esperando…
Exactamente. Y, al final, es probable que el va a obtener lo que quiere, es decir Grexit, toda vez que este acuerdo no resuelve nada. Ni para Grecia, ni para la zona Euro. En realidad, empeora los problemas de fondo. Como he dicho antes, incluso si se llevara a cabo una restructuración de la deuda como se esta discutiendo actualmente, si ello no se vincula a metas fiscales sostenibles, el país va a seguir por el camino de la contracción económica. Esto significa que es sólo una cuestión de tiempo antes de que la situación de la economía griega continúe deteriorándose y toda la discusión acerca de Grexit vuelve a la palestra.
¿Cree que Grecia debería optar por salir el euro?
Mire, yo siempre he estado en contra Grexit – como Varoufakis. Pero ahora, como resultado del ultimo acuerdo, Grecia se encuentra en una situación en la que los costos de permanecer en el euro han subido tanto que es posible establecer un trade-off entre salir – y hacer frente a la totalidad de los costos de corto plazo de una salida del Euro – o permanecer dentro de la moneda común en una situación en la que se ven obligados a renunciar a su soberanía sin obtener ningún alivio económico a cambio. Creo que Tsipras ha tomado una decisión sobre esta cuestión y ha llegado a la conclusión de que lo mejor para Grecia es permanecer en el euro, independientemente de los costos. Y es una decisión respetable. Pero una vez el enfoque de análisis se desplaza a la lógica económica del acuerdo y todo lo que ha sucedido, no se puede sino concluir que Grecia no tiene futuro en el euro.
Así que este acuerdo sólo pospone lo inevitable. En este momento es mas que claro que no hay suficiente voluntad política en la eurozona para solucionar los problemas estructurales del Euro. Lo cual, curiosamente, es exactamente lo que el FMI está implicando en su último DSA, en el cual esencialmente señala: o se lleva a cabo una quita de la deuda o se establece un sistema de transferencias para Grecia – en otras palabras, se crea una Europa federal. Todos sabemos que este es el pecado original del euro: haber establecido una moneda común sin un sistema de transferencias comunes. Sin embargo no hay voluntad para solucionar dicho problema. Entonces tal vez sea mas fácil aceptar el simple hecho que el Euro no funciona. Esta discusión no debería seguir siendo un tabú en Europa después de lo que ha ocurrido en Grecia.
¿Qué sigue para Varoufakis?
Pues bien, sobre la base de su «no» en el Parlamento, parece que de facto se estaría posicionando a la izquierda de Tsipras, lo que eventualmente podría traducirse en una alternativa política.